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Todo comenzó hace ya muchas lunas atrás, en la ciudad de Sighisoara, fundada por sajones transilvanos, para esos tiempos Segesvar no era más que un pequeño castillo el cual había alcanzado un estatus de “asentamiento urbano” –jhumm pobres ilusos si tan solo supieran toda la historia que les haría ganar la fama que tiene ahora todo gracias a nuestra familia…….- Un año después de que se instalaron en la ciudad, el noble Valaco Dracul II y su esposa,  juraron votos a la “Orden Church del Dragón” por este suceso le empezaron a conocer cómo “Vlad Dracul”, poco tiempo después en 1428 nació su hijo

Vladislavs Dracvla del Ponteveccio. Padre y fundador de nuestra tan prestigiosa familia, a él le debemos nuestro legado y poderío, fue asesinado en 1476, a los 48 años de edad en las cercanías de Bucarest, donde fue decapitado.

 

Luego de la caída de nuestro padre a manos de los turcos, nosotros sus vástagos de sangre pura hemos estado vigilantes entre las sombras en muchas ocasiones indetectable ante los ojos humanos, formando nuestro propio ejército de chiquillos, seleccionados de entre los que nosotros creemos que son dignos de el maravilloso regalo que es la inmortalidad, quebrantando así alguna que otra leyes de la camarilla, puesto que su ideología es mantenerse escondidos de los mortales  esperando el más leve descuido de esos seres cuya arrogancia es tal que no merecen sentir el calor del día, ni mucho menos caminar impunes por el mundo, “si yo hubiera podido o hubiera  tenido

la posibilidad de robar el sol no se lo habría dado a los humanos para que estuviesen calientes. Lo habría sumergido en el mar y hubiera empezado a comprar sus almas a cambio de fuego” más sin embargo, ellos saben que estamos ahí, que somos esa pequeña voz que les susurra en las horas solitarias de la noche haciéndolos templar de miedo, ese miedo que nos atrae sedientos de sangre y venganza solo basta un segundo para sentir como se les escapa la vida entre nuestros brazos.

Muchas de las grandes familias de vampiros han muerto en las luchas constantes contra los humanos y  otras razas cambiantes, algunos  se quedaron a enfrentar su destino llegando haber innumerables pérdidas, otros finalmente se convirtieron en vagabundos, nómadas, cayendo lentamente en un oscuro letargo del cual no volverían a despertar.

Somos una familia de principios, de lealtad, nuestra maldición no impide que seamos jueces dignos de nuestros propios actos, respetando nuestra línea de sangre, por nuestro pasado, no dañamos al indefenso mas si atacamos a los traidores, esos mismos que dieron fin a la vida de nuestro padre –¿Que si nos arrepentimos de lo que hemos hecho a lo largo de nuestras lúgubre y fría no vida? No…. si ningún otro ser tiene tan gran comprensión de la Muerte como nosotros …..¿Por qué deberíamos de retractarnos?  ¿Preocuparnos por el pasado? no, no hay nadie que no tiemble al más leve signo de nuestra presencia y eso deja en nuestras bocas un sabor más dulce que el de la sangre……Aun nos espera una eternidad por descubrir, nadie sabe que depara el futuro ¿Por qué detenernos ahora?.....–

“He venido en respuesta a tus plegarias.

La vida ya no tiene sentido ¿verdad?

El vino no tiene sabor, la comida te produce nauseas.

Parece que nada tiene razón de ser, ¿verdad?

¿Y si yo pudiera devolverte todo?

Calmarte el sufrimiento y darte otra vida…

Una que no puedes ni imaginar. Y sería, para siempre…

Y ni la enfermedad, ni la muerte podrían volver a tocarte,

No Temas..

Voy a darte la ocasión de elegir que yo no tuve”

Anne Rice

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